jueves, 27 de octubre de 2016

Árbol

Una noche empinada
en la cima de un vuelo
estará esa mirada
y alejándose el velo
se habrá roto la nada
Quedará la sonrisa del primer pensamiento
y no tendrá palabras
solo aire y silencio
Será el amanecer radiante del lucero
y todas las distancias fundirán en un punto
la única razón que sostiene a las plantas
Veré el centro del mundo
seguiré ese sonido al final de los tiempos
sacaré la coraza de arterias y de huesos
y soplaré el instante
en un espacio nuevo
nada será lo mismo
Pues habrá despertado del todo y por completo
el ser claro y profundo
nada será lo mismo
pues habrá culminado el viento en su destino
y cantado el olivo sus hojas enjoyadas
nutrido de su especie, de la tierra y las aguas
se habrá reconocido
y será, siendo verde, un verde amanecido.












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