martes, 28 de junio de 2011

Era

Recuerdo mi nombre escrito en la piedra
memoria que queda, nítida señal
de los santos signos que el rayo despierta
Gírame de nuevo
vuélame a tu vera
acércame el aire de la inmensidad
Fúndeme si es preciso
que de la chispa recorreré el camino milenario
Sóplame el canto para que llore el mundo
mientras te encuentro buscando en cada parte
Hazme vapor que lloveré en la selva de los pájaros
para que el día anuncie en su plumaje tu estandarte
Pero mientras tanto sigue sonriendo
que tu mirada es arte
y en tu sonrisa puedo perderme y recordarte en cualquier sitio
y si me traes la noche, déjame que la absorba como un líquido
para la entrega esta que no sabe
porque no hay documentos, ni palabras ni ideas
son incontables los días y los tiempos en este mar
y nosotros no nos hemos visto todavía
aunque ya nos presentimos.