Cuando descubrí mi Estrella yo sentí
que me moría
pero morirse no era nada que yo había
soñado
ni pensado, ni temido, ni tampoco
imaginado
Era una fusión de luz, una expansión
transparente
¡un encuentro tan buscado!
Un abrazo en el que yo era un punto
condensado
de vida y mente latente que volando en
el espacio
se miraba frente a frente
Aquí, dije, escrita está la Verdad, ¡Yo te miro..!
El tiempo sucederá y el gris frío
seguirá su curso ciego
más nada será lo mismo en mis andares
si llega la noche torpe con su grito
o si las plazas se parten en añicos
yo podré encender el fuego de tu
causa
y sabré que el corazón, allí en su
fondo
mantiene tu antorcha viva de esperanza.