jueves, 11 de enero de 2018

Viaje interior

Al entrar
vi crecer la hierba
y me vi como una niña
corriendo por las praderas
Un sol espléndido me inundaba de energía
mis ropas al viento, mis cabellos al viento
corría sin huir de nada, sin buscar más cosa que seguir al sol
Llegué hasta el centro mismo de la gran esfera
me acerqué a las montañas sagradas
a la ciudad escondida
escuché las fuentes alegres y blancas
contemplé las ramas de los primemos árboles
El jardín amplio, equilibrado y radiante
de todo lo construido
Y allí me detuve un momento
Y entonces le llame
y entonces le Vi.

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