Vale la pena encender el fuego que no agota
vale la pena correr para desatar los vientos
vale la pena aprender a redimirse del miedo
Vale la pena existir
entregarse al tiempo eterno
fusionarse y sonreír a la aventura del cielo
Pues que todo ya se ha dicho
en tantos otros momentos
y nos queda la nobleza de querer
lo que de verdad queremos
No dejemos, buscadores
que nos convenza la nada
seamos los nuevos soles
de una vida enamorada.
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