domingo, 25 de septiembre de 2016

La escuela de las golondrinas

Vayamos por el camino
cuando el sol se nos acerca
disparados a llegar
sin más cosa que entretenga
Lanzados al nuevo día
en esa nota que vuela
un sonido aeroespacial
que deja atrás la torpeza
de la vida, en su lugar
Disparados
hacía las cimas nevadas
donde el aire es puro y fresco
y se puede respirar
con el corazón abierto
en la alegría estelar
de la noche siendo el cielo
un lugar para viajar
habitado por viajeros
Vayamos y regresemos
que así podremos notar
la expansión el universo.

















2 comentarios:

  1. Me gustan las golondrinas, por su vuelo, por su hábitat y porque sí...

    Bueno, entre el arriba y el abajo uno se puede dar buenos paseos, que hagan de la elevación y del descenso metáforas para la vida...

    Abrazo

    ResponderEliminar