jueves, 23 de julio de 2020

La bondad

La bondad se reconcilia
y tiende puentes
mírala!
Va corriendo por las calles
y en la frente
lleva un cielo de esperanza y hermandad.

Como niña en su pura libertad
no se para a recontar los accidentes
de la vida, en cambio, extrae
la enseñanza que le da.

Porque la bondad es valiente
entregada y primordial
de los futuros, la fuente
y del corazón, la paz.

martes, 21 de julio de 2020

Caricias en el alma

Montañas de Sol
en la entrada de un tiempo, de un jardín
noche, como las estrellas
atravesando la piel.

Acertijos enredados en el cabello trenzado
de la espiga y la niñez.

La roca, suspendida en el instante consagrado
se despierta 
derramándose cual miel.

Y te busco en tu mirada que me dice
que me sopla, que me canta, que me saca
debo verte
quiero estar donde mis pies
sienten la verde 
caricia de tu piel.

Mírame, que así me fundes
me desatas
me conviertes en el oro  
me disparas.

Quiero ser
tu sonrisa cuando gira las distancias
la insaciable libertad de la creación
el poema de las fuentes y las aguas
al encuentro nacarado de tu voz.






domingo, 12 de julio de 2020

La construcción

Me he levantado soñando
que estás en mi corazón
entonces he recordado
cuando vivía en la Flor
del paraíso, a tu lado.
He querido oír tu voz
y por eso te he llamado,
he visto pasar los tiempos
como olas nacaradas,
esto es la historia, he pensado.
Un camino en ascensión hacia el Origen
volando en la comunión
abrazando la pasión de sentirte y de sentirme
en el centro de un destino proyectado
en un tejido de amor a los cielos consagrado.
He puesto frente a mis ojos
la pregunta que me hice
y al ver la muerte pasar
como siempre pasa, al lado
he sentido y observado
que cada cual va lanzado
a su amada construcción
y su tiempo liberado.

sábado, 11 de julio de 2020

A veces, debo cantar

Digo que la realidad se continúa
que en lo profundo, guardado
hay un reino.
Debo cantar
para nutrir a los campos de los vientos
mientras contemplo que Tú
eres mi mismo futuro
y mi jardín en los cielos.
Tú, a quien nombro sin palabras
en los limites del tiempo
a quien llamo en la distancia
a quien abrazo en silencio.
Tu rostro es la estrella alta
que guía mis pensamientos
y tus manos son el agua
la alegría de mis dedos.
Veo tu rostro en la entrada
de los últimos misterios
y mi amor es la esperanza
de alcanzar el mundo eterno.
Mi sonrisa es confianza
mis palabras, un reguero
para mis hombros, mi espalda
en el empinado ascenso.
Cae la noche
y el día, se continúa queriendo
Tú llegas a mis entrañas
me amaneces en luceros
me atraviesas y me cambias
y me traes el alimento.
Me desnudo de las hojas
y me deslizo hacia adentro
allí estoy, que Tú me llamas
porque Yo siempre te quiero.