Para tocar la brisa hay que saltar
allá las lejanas paredes de otro tiempo
no eran la prisión que en día creíste
Ahora las ves distantes
son muros ya caídos de piedras rojizas en la tarde
Y la hierba sigue creciendo, la espiga sobrevive junto al aire
al cuidado del sol y la escasa lluvia de los cerros
el labriego silencioso continúa su labor junto a las fuentes
y el rosal resurge expandiendo su aroma
la hoguera no se apagó tras el abandono del pueblo
por las noches miles de luciérnagas caminan
y siempre vuelve algún peregrino y enciende el fuego bajo las estrellas
Las fiestas quieren regresar y algunos ya se juntan para conmemorar la dicha de vivir
El lago se quedó la zapatilla de un domingo con la que juega un caracol
La playa no llora ni está desierta
espera la llegada de un barco de papel
pon tus pies en el agua!
De día o de noche son solo circunstancias
lo definitivo está en tu corazón
Escuchas las campanadas como un lamento?
son de plata y suenan sintéticas al ritmo de los nuevos ángeles...
Hola mi querida Ardaire, que bueno es poder leerte, cuánto bien le hace a mi corazón, en estos tiempos en que estoy un tanto desnortada. Pero no importa... ya volveré...jaja
ResponderEliminarUn beso enorme!!!!
Hermoso y profundo poema, bruji.Imagino que no paras y que estás bien.Dejo un fuerte abrazo,tal vez un dia de estos nos encontremos en la multitud :)***
ResponderEliminarLos fracasos son el principio de una nueva aventura, de un nuevo día. En el horizonte se ve un barco de papel que se aproxima.
ResponderEliminarbesos
Esa zapatilla en el lago me ha traído un recuerdo precioso.
ResponderEliminarEl poema es un premio para el lector.
Besos.
Lindo poema que me encantou!Os maus bocados, são principio de uma nova estrada...tudo muda e, quando menos esperamos há um mar de calmaria à nossa espera.
ResponderEliminarBeijo
Graça
Um texto que faz pensar muito!
ResponderEliminarUm abraço do Brasil!