Oh! Azulado antiguo
pintado en rota arcilla que recojo
en lirio resguardado del afán
de días rudimento en torpes ecos
Oh! cielo tan preciso y tan certero
destierro de mis pies que tú los mojas
azul claro y sereno en ti el lucero
contempla allí impasible horas de soga
Hasta que yo me niego, hasta que yo no quiero
y pido a uno de esos que allí vuelan
que me acerque el caballo
que transporta ese carro de estrellas
La noche gira alrededor del mundo y podría nevar en cualquier momento
ahora se anticipa el silencio para que hablen los astros
La diosa llega como aurora boreal
sembrando semillas de oro
pronto la tierra se llenará de espigas
y el viento será nuestro aliado
entonces sí que se escuchará el himno
y volverán las flores porque la roca ya no será nuestro encierro
Será el día en que las montañas tiemblen y se fundan
en que los ríos canten en sus saltos
en que los árboles, los amorosos árboles nos reciban de nuevo bajo sus caricias
en que las aves escriban con lazos de colores poesías para las tardes
Para seguir sonriendo, para seguir cantándote
para mirarte siempre, para siempre mirarte.
Bellísimo querida Ardaire. El otro día, estaba haciendo tiempo sentada frente a una plaza. El cielo estaba límpido y las bandadas de palomas giraban y giraban en torno a un enorme pino. No había tenido unos días muy buenos, pero al verlas, al ver el cielo y ese pino añejo, latió la vida nuevamente en mí. Eso mismo me hace sentir tu precioso poema.
ResponderEliminarUn abrazo gigante!!!
Qué arte tienes!!!
ResponderEliminarUn beso, que tengas una buena semana
La noche gira inspirada alrededor de tu bonito poema.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
un abrazo.
Un poemá muy épico, casi mitológico, a la usanza más clásica
ResponderEliminarDe cada poema tuyo se podría hacer un himno.
ResponderEliminarQue belleza!!!
Besos.
Hermoso, el poema.
ResponderEliminarBuena semana