Qué difícil resulta comprender
lo que no ha sido visto
Y que torpe tratar de conquistar
el cielo por asalto
No es posible llegar a la Verdad
si no cambia uno mismo
Y cambiar es la cuestión vital
que no puede eludirse
Pues ya no hay vuelta atrás
a no ser que uno quiera
morir en sus fracasos
¿Qué fracasos son estos?
Son tan vanos
como lo es la ilusión
que enreda su maraña
No hay nada por atar
ni se puede tomar la solución
del giro de los ecos
He aquí la Ocasión:
Permitir que el Diamante
abra la luz
en el suave silencio
Rechazar la falsa presunción
que ahoga el pensamiento
Comprobar que el tiempo de la dicha
se guarda en el Recinto
que siempre estuvo abierto.
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