miércoles, 29 de junio de 2016

¡Todos podemos volar!

Debimos salir corriendo
debimos romper las casas
las paredes nos seguían por la ciudad
supimos volver al monte

Nos esperaba el lugar
de una llanura sin nombre
y mil nombres que nombrar

Quisimos adjetivar de colores los sentidos
para empezar a bailar
en un prado renacido de alegría y amistad

Eramos rayo chiquillo jugando por las laderas
sin mayor necesidad
que la de dar al ocaso sus hogueras 
y reír y cabalgar

Pues torpeza es y desgracia
que al volver la vista atrás
ya se alejaron las velas
y queda: La oscuridad

Habiendo aprendido, el llanto
nada cura
ni sana la vacuidad de lo inmediato
en su confundido afán

¡Hay un Plan!
Y el alegre en su sonrisa lo señala
cuando al mirar más allá
nos invita generoso a abrir las alas
¡Todos podemos volar!





2 comentarios: