Solía yo cantar retirada en los cerros
era aquella una voz que venía de lejos
vibrando en mi garganta
me contaba una historia en sonidos amables
una historia escondida galopaba en el aire
Yo miraba la espiga bañada por el sol
y en un momento puro el universo y yo
tendíamos un puente
entonces se giraba el mundo lentamente
Y la espiga temblaba
cuando el sol en poniente la tierra acariciaba
con un soplo dorado de esperanza viviente
No sabía yo los nombres, ni los nuevos caminos
no tenía palabras de lenguaje corriente
para decir aquello que en mi ser se expresa
Era la dicha clara de existir ciertamente
el canto de la vida como fuego latiente
contándome al oído con olas transparentes
que hay una realidad emergiendo en las cimas
que cabalga en los cielos con aves de metal
que se oculta en las fuentes risueñas de los montes
que estamos invitados a nuestro festival !
La tristeza no debe enturbiar este sueño
no es un sueño vacío
es un verde cristal
No traicione la corta ilusión material
al antiguo poema que en todo ser que busca
despliega su verdad.
Sensaciones en comunión con la naturaleza... no es fácil mirar y ver lo que la amable Tierra nos muestra... ni lo que el Sol supone para nuestras vidas...
ResponderEliminarSaludos.