En una noche azulada
las estrellas danzarinas
junto al fuego me llamaban
y la brisa me envolvía
De pronto un templo dorado
una catedral antigua
abrió su puerta a un pasado
como anterior a mi vida
estaba envuelta en la noche
y las estrellas venían
era un desierto de arena
bajo la luna muy fina
Junto a las altas murallas
encantadas de otra época
oí una larga llamada
queriendo romper las piedras
Yo quería conocer
el secreto que guardaba
era una voz de nostalgia
escondida entre las fuentes
quise llegar y alumbrarla
que me narrara su origen
y con suavidad, despacio
fui siguiendo su fragancia
Se sentaba en el alféizar
de una ventana elevada
con largas ropas bordadas
y en las manos un laúd
Me miró por un instante
le pregunté qué quería
y me dijo que los cielos
deben proyectar su día
Me dijo que está esperando
en el jardín de los astros
a que despierten las rocas
de su olvido y su letargo
Yo le pedí una canción
para alumbrar mi candil
Ella me dio una granada
hecha de oro y rubís
Al galope me entregué
por las montañas me fui
llevaba el aire y la magia
los quería para Ti.
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