verlo de nuevo, en su primer momento.
Era un mar muy antiguo, de antes de los mares tan distintos.
Irrumpió en la visión mostrando su grandeza
y su sal de cristales me hirió en las íntimas células.
En un momento todo se transformó
sentí yo que rompía los límites
entraba en un espacio de nueva dimensión
existente y profundo
un relato despierto en los signos
El ángel con su flecha de lúcida visión
tornó en oro las aguas y el sol iluminó
el ánima del mundo.
tornó en oro las aguas y el sol iluminó
el ánima del mundo.
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