escondido tras las nieves
donde cantaba el jilguero
su alegría en los laureles
Fue antes de la avaricia
de los miedos y el recelo
antes de que la comuna
perdió su sitio en el cielo
Yo escuchaba en muchas tardes
la melodía del viento
iba corriendo a los montes
queriendo hallar aquel pueblo
Ciertas sonrisas llegaban
recordando ese momento
ciertas miradas miraban
con nostalgia de otro tiempo
Hube de apartar la tierra
que sepultaba mi alma
siguiendo en la noche negra
esta llama de esperanza
Yo era presa, sin saberlo
de una sombría venganza
de la vida hacia su centro
de la vida separada
Quería arreglar las cosas
con la ira y enojada
arremetía lo injusto
mis batallas fracasaban
Fue una mañana suave
que advertí mi propia trampa
se alargaba el hilo puro
de lo que es La Enseñanza
Al ver la dicotomía del rechazo y el afecto
pude escuchar a mi Guía
que me decía: Yo acepto
En un momento saltó por los aires
mi torpeza, mi tozuda insensatez
y mi enfadada ballesta
en el río abandoné
Decidí tomar la capa del silencio
no actuar en más contiendas siendo parte
continuar mi camino recibiendo
así el saludo fraterno
así la ofensa
y agradecí a mi Maestro
¡Descubrí la No Violencia!
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