La noche me encontró con su húmedo manto
y lloré por la pérdida de la puesta de sol
en el jardín antiguo de los cantos
enlutó el corazón
Fina arena en el fondo subterráneo
desnuda levedad entregada y vencida
encuentro en la sustancia
tibio llanto
despertando el recuerdo de una orilla
donde desprovista y sin nada que objetar
habiendo ya arreglado mis asuntos
y atravesado el mar
me sentí como nunca:¡Ligera y radical!
Fue después de haber muerto, por ventura
y suerte para mi
que llegó de los tiempos su Figura
y a mi me dijo así
-Suficiente el soplido de la estepa nevada
la precisa mirada a través del cristal-
Y así aprendí a reír, y así empecé a volar...
Todo se aprende. Me alegra. Besos.
ResponderEliminarBedos.
Eso parece...
ResponderEliminarBesos linda.