Tan lejos, tan hondo

Alta vida que en mi corazón abre su puerta
donde el cielo es el origen del que vengo
donde el cielo es este encuentro
y al mirar
miro entonces más allá de mis recuerdos
de mis cuentas o mi torpe vanidad

Tú me salvas corazón profundo y noble
al lanzar flechas de cielo en el azar
tú me acercas con tu canto largo y puro
a lo uno, lo que quiero y es verdad

Tú me plantas en el viento del espacio
me comulgas con el el verdadero amar
me aventuras por la noche, por los astros
me recoges en amable suavidad

Y me llevas lentamente y sin demora
a las fuentes de otro tiempo, otro lugar
pues me pones en la entrada de la aurora
yo me rindo, sigue tú, que sabes más

Yo te sigo, corazón niño sin trampas
aprendiendo humildemente a caminar
solo miro las grandezas que me narras
sigo el hilo de tu aire universal.