Abro mi corazón a tu presencia, nuevo día
no quiero la tristeza ni la pena, sólo el agua
yo tomo el manantial de la esperanza, miro al cielo
Resisto los aullidos de las bestias, sé mi estrella
no caigo en el abismo amenazante, amo fuerte
y ahora tomo la rosa y canto
Poeta que alimentas los sonidos de este vuelo
amado de la flor sobre las cimas, fiel lucero
te vi en mi corazón cuando era niña
en noches de silencio te llamaba
te vi en la oscuridad, llegando presto
rompiendo las paredes sin dañarlas
Tú eras el artista de los puentes
el soplo de alegría entre las cañas
el candil en mi mano, al recogerme
la puerta de la luz hacia mi alma.
Maravillosa puerta de luz.
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