Suave, te traigo esa palabra, corazón
negro suave que a los sueños soplando va como una pluma
sabiendo ya sin afán, solo viviendo el lejano sonido del despertar completo
que recorre ligero y es un fuego que siempre permanece.
Las estrellas brillan en la noche inmensa
el viento de la aurora boreal levanta las espigas
un mundo nace oculto
y la cáscara cae en el diluvio
y la roca se parte en mil añicos
porque en el silencio más profundo hay un dios que sonríe.
Sonríe y no dice nada más porque allí las palabras se disuelven
y se forman en cantos y en colores, tacto de terciopelo
o chispas luminosas que escriben en el cuerpo tocándolo
para que vibre
y deje escapar sus notas...
regocijo del cosmos, plenitud de la creación.
Los latidos tienen mayor sentido y plenitud cuando se escuchan en el silencio.
ResponderEliminarEntonces todo vibra en su magnificencia.
Ardaire, tardas en actualizar, pero cuando lo haces es una gozada.
Besos :D
Las palabras laten y crean todos los conceptos; el verbo se hizo significado y creó a dios.
ResponderEliminarbesos
Será así?
ResponderEliminarOjalá...
Más bello parece imposible.
Besos.
Chispas luminosas...eso me suena:))
ResponderEliminarPrecioso poema,bruji.Besos***
...en el silencio más profundo hay un dios que sonríe.
ResponderEliminarEl corazón acelera sus latidos, sintiendo la inmensidad del cosmos, y la plenitud de la creación.
Un cálido abrazo
Holaaa Querida Ardaire...entrar a tu espacio es como entrar en la misma escencia. Me encanto...pero ya no es una novedad, ya que todo lo que escribes es precioso y lleno de paz y esperanza!!!
ResponderEliminarUn abrazo grande despues de tanto tiempo!! Gracias por tus letras!!