Era de noche y el cielo se rompió
el mar se abrió insondable de alquitrán impenetrable
un farol suspendido a la deriva flotaba en una callejuela apenas dibujada
su débil y fría luz temblaba por el viento
y allí yo vi caer las lágrimas de una historia muy larga
hacia adentro
hacia el fondo del mar oscuro e impasible.
Era una lluvia de siglos repitiendo
la agonía de vidas incontables
la desesperanza de corazones presos en un tiempo
una historia muy larga.
Y después de la lluvia y del mar
llego el desierto.
Al fondo de la caverna un lejano punto de luz se acercaba
y aquella noche atravesé muros
y vi nacer el sol
mientras se alzaba mi sonrisa jugando con las aves.
(Sí, todo esto es la vida en esa esfera
no es tan plana ni nada permanece, todo cambia.
Sólo pido que no olvide jamás que lo que vivo
lo que siento y lo que temo sólo son una parte
no la totalidad).
Bellísima entrada Ardaire,para reflexionar sobre nuestras vidas . No dudes que eso es una mínima parte de lo que es tu vida.
ResponderEliminarBesos.
Cada uno de tus poemas tiene una magia inconfundible.
ResponderEliminarComo me gustan.
Besos.
Si, son una parte solamente... no se está atado a ésta dimensión, ni a éste tiempo...
ResponderEliminarLa vida es un viaje, y como todo viaje, tiene algunos accidentes y algunos aciertos, pero mayormente es aventura y descubrimiento...
Paz en tu mente, fuerza en tu acción, alegría en tu corazón... un gran abrazo.
Besos
Hablas el lenguaje del alma.
ResponderEliminarUn beso fuerte, gracias.
¿Recuerdas el himno a Nemmosina?
ResponderEliminarInvoco a la esposa del Divino Zeus
Progenitora de la dulce y sagrada Enéada,
libres de olvidos y fallas de memoria,
por la que el intelecto se une al alma.
A tí se debe el aporte de la razón al pensamiento
todopoderosa, complaciente, protectora, vigorosa.
Tú tienes el poder de despertar al aletargado
uniendo el corazón a la cabeza,
librando a la mente del vacío, vigorizándola y estimulándola,
alejando las tinieblas de la mirada interna y del olvido.
Ven , bienaventurada potestad,
Despierta la memoria de tus iniciados
en los sagrados ritos
y rompe las ataduras de Leto.
Himno Orfico a Mnemosine
No olvidarás,es la memoria verdadera.Un beso***
¿es el fin de mundo para alguien?
ResponderEliminarNo, ¿verdad?
Besos.
Hola, Ardaire.
ResponderEliminarEstabas. Entre Renoir y Monet. En el D'Orsay. Yo te sentí. Cuadros vaporosos que te trajeron a mí. Trazos suspendidos en el aire como tus palabras.
Un beso enorme, cariño.
Saludos a tus comentaristas
Después de la oscuridad...Nos espera la luz.
ResponderEliminarUn texto para la reflexión Ardaire muy bello.
…aquella noche atravesé muros
y vi nacer el sol
mientras se alzaba mi sonrisa jugando con las aves..
Besos