Disciplina mental

Me permito llorar como máximo cinco minutos al alba
luego tomar la fuente y seguir mi rutina
Sabiendo que es posible oír un nuevo canto
en cada amanecer pintar de nuevo el día

Me permito dejar de sonreír cinco veces al día
y recordar lo amargo de alguna ideología
Redimir al instante un vuelo de palomas
entregándoles migas aunque dejen lo otro

Me permito intentar no quemarme en el fuego imposible
Intentar abrazar el distante lucero
Acariciar la mano en el tacto que anhelo

Dejar que se marchiten los besos entregados
Renunciar a los besos que aún no han sido dados
Escuchar el calor y absorberlo despacio

Me permito que tu voz y mi voz no dejen de encontrarse
Que cada día el sol adquiera un nuevo tono
Me permito abrasarme
Me permito dejarme

Pero no me permito renunciar a mi Sueño
Jamás permito el modo de acabar con mi Quiero
No permito las sombras
si no sombras chinas jugando en las paredes
No permito la fuente en pozos olvidados
No permito la lumbre que no alienta mis pasos
No permito el rumor que traen las pesadillas

Permito que me hables
Que me acerques el modo
Que me des de tu agua
y me traigas el iris

Permito que me entregues tu soplo
como siempre te plazca
Que me cierres la puerta
y abras la ventana
Que me ocultes el mundo
y me enjuagues la cara

Que me abraces de perlas
Que me tomes cansada
Que derritas mis sueños
empujándome al Alba.