Un viaje que no acaba un viaje a las estrellas un encuentro con la luz Y de nuevo en cada día cada pieza, cada sombra ser capaz de construir la alegría que no se agota Resolver los acertijos sin apuro entregar a la mañana su perfume dar el sí a la solución del valiente pensamiento en comunión con el aliento divino
Y dejarse sugerir grandes ideas por la expansiva razón del alma misma no permitir que se muera la esperanza que alimenta el corazón.
Que ese viento me ha tomado en su bandera y es la puerta de un cristal atravesable ¿A dónde llega? He de seguir ese aire Me lleva hacia las montañas que no he visto y se abre una explanada bajo el sol se disuelven las palabras y se caen es una larga canción que soltando las amarras de las venas reúne al punto la voz con el centro de la nota que alta vuela llamando al sitio de Dios Y me dice un corazón de esfera grande un latido que comulga con la hierba verdes claros de pradera interminable Yo Soy la flecha que vibrante se estremece fui lanzada en un Origen insondable proyectada en una línea milenaria voy buscando yo a mi Arquero yo a mi Padre.
Encontrarás los días de tu vida la brisa luminosa al sol dorado las risas liberadas de los miedos Es un lugar sagrado Tú verás como allí tu profunda intención te abre el espacio tu bondad habrá tejido un claro alto impulsándote al vuelo Suena el canto del pájaro y aquella dulce miel de los cariños se sigue derramando Más arriba, lejana una ciudad guardada por los sabios Allí la clara luz allí el Pueblo escondido en las montañas.
Te sigo entre los vientos aires de un porvenir dorado y fresco Ya pasó lo que fue atrás quedó el reflejo en la orilla del mar es el agua de plata una noche azulada abre un cielo distinto radiante, extensa calma perfumada de lirios un ambiente sedoso, una brisa muy cálida Te sigo y van mis pasos joviales en su danza.
Noche, te lanzo preguntas tú noche, bella y sedosa en ti veré las estrellas mientras el cielo me arropa Correré por tus ventanas explorando nuevos signos y hallaré lo que buscaba en mi corazón tan niño Dulce alondra mensajera que recorres el psiquismo ¡de tantas maneras nuevas me acercas a lo imprevisto!