Anoche vi un perla en mi fondo encendida una perla viviente en mi fondo escondida Así al mirar al cielo no lo veo tan lejano sé que el cielo es la perla ondeando en mis manos Y la miro en la noche arropada de estrellas Y la miro en el día en el canto del sol
Al mirarla me mira su sonrisa es la mía un poema extendido de miradas en flor.
Estrellitas cifradas se escapan de las rocas liberando las chispas de un antiguo poema y al tocar las burbujas que todo lo transforman giran en los vestidos las ondas del poniente un sol flamante herido de belleza viviente lanza una flecha áurea para extender un puente Yo corro sin dudarlo a tu risa de aguas y entro a la catedral donde empiezan las olas me sumerjo en tu aliento de alas vaporosas y escucho el despertar de los vientos danzantes Tu mirada me guía desde todas mis células entre los terciopelos cálidos y entrañables Soy la luz de tu aurora porque tú me resuelves soy el canto de plata que late en tu garganta soy tus pies, Tú mis huellas soy tu ardiente sonido una noche estrellada, un fuego entre las nieves el pétalo que vuela perfumando los días soy la sal en las velas la corriente y el río.