La mirada que vuela no puede detenerse ante ningún ídolo es la mirada pura de la mente despierta sostenida por luz transcendental y amor profundo. He aquí su gracia, su don es transformar atravesar el tiempo, superar el abismo. La mirada va viendo que las deformaciones de la vida son temores prehistóricos incrustados en la piel de la conciencia ella sabe que puede iluminar como un rayo suave y silencioso cruzar esas cortezas y tocar los espacios sagrados. Oh mirada de luz! Tú que eres mirada que ve el fondo que llega al corazón de lo real al ardiente latir de la belleza al creciente arco iris de la vida guía a esta conciencia hacia tu reino y sé su faro sea esta vida la extensión de tu mirar divino y mago!
Me fundo en tu interior y soy de luz anillo de la tarde en sol poniente el viento como voz va dejando en las hojas su sonido el río se convierte en fluido de plata azul celeste y se agitan ondeantes los trazos de la seda en una larga línea que se aleja Es la noche suave, recogida en una nave astral donde el cielo es un cálido lugar entrañable y amigo veo estrellas pasar y en la nave no hay más que el encuentro querido dispuestos a zarpar cuando el sol y la tierra se han fundido.
Llegaré y allí estarás, será la eternidad el tiempo sonreirá sus aventuras jugando en los balcones y treparán las hojas de metal por cuerdas imposibles nada serio en lo que oscurecer el vuelo solo aromas ligeros de azahar solo cuentos contados a los vientos solo ritmo de vida, aire y sal...